Henar Martínez Sanz es farmacéutica de Atención Primaria en la Dirección Asistencial Sureste del Servicio Madrileño de Salud. El pasado martes 11 de junio participó en la XVI Jornada de Seguridad del Paciente en Atención Primaria, donde obtuvo el premio Fernando Palacio a la mejor comunicación oral corta, con el trabajo titulado «¿Podemos mejorar el manejo de la mastitis lactacional en Atención Primaria?».
Hemos querido entrevistarle para que nos explique los aspectos más relevantes de su intervención, y así hacer llegar esta información a nuestros lectores.
Sano y salvo: ¿Cuál es su opinión sobre la temática planteada este año para la jornada de seguridad del paciente en atención primaria, «El papel activo del paciente. Juntos por una atención segura”?
Henar Martínez: La seguridad del paciente no se entiende sin contar con el paciente. Es fundamental que el paciente juegue un papel activo y se implique en su propia seguridad, pues es siempre la última barrera (y a menudo la más efectiva) para que los incidentes de seguridad y errores de medicación que hayan podido producirse no le alcancen, evitando así posibles daños. Para que esto sea una realidad los profesionales sanitarios debemos formar e informar bien al paciente que, conocedor de sus patologías y tratamiento (lo que llamamos paciente empoderado), será capaz de detectar y prevenir posibles errores.
S. y s.: ¿Podría comentarnos cuál ha sido el núcleo de su comunicación?
H. M.: La comunicación describe un caso de mastitis lactacional con mala evolución debido a un manejo inadecuado, empezando por una prescripción de antibióticos no recomendados para esta infección hasta un retraso en la atención y derivación hospitalaria. La mujer desarrolló un absceso mamario que requirió drenaje en quirófano, que posteriormente se complicó con una fístula y un galactocele que tardó meses en cerrar. A pesar de todas estas dificultades la paciente continuó con la lactancia, con el apoyo y seguimiento por parte de su matrona.
S. y s.: ¿Qué mensajes clave les gustaría transmitir a los profesionales de atención primaria, en relación con su trabajo, para lograr un impacto real en la seguridad del paciente, en relación con el trabajo en equipo en el día a día, en nuestras consultas y en la relación con los pacientes?
H. M.: Se trata sin duda de un “caso que enseña” del que podemos aprender que todos los profesionales sanitarios deberían estar formados en el manejo de la mastitis, tanto médicos de familia, pediatras, enfermeras y matronas. Por otro lado, el acceso a las guías de antimicrobianos tiene que ser más ágil para su consulta rápida desde la historia clínica. Deberían existir recursos humanos suficientes para garantizar el acceso a la valoración temprana de la mujer por una matrona u otro profesional formado en manejo de la mastitis, con tiempos de consulta adaptados a la carga de actividad. Y por último, es fundamental que toda mujer reciba información antes del parto sobre las medidas para prevenir y tratar precozmente la mastitis durante la lactancia.
S. y s.: ¿Dónde podemos encontrar más información sobre el área de conocimiento tratada en su comunicación?
H. M.: Existen muchas y muy buenas fuentes de información al respecto, entre las que se encuentran las siguientes:
- Preevid: Antibiótico recomendado para el tratamiento de la mastitis durante la lactancia materna.
- Preevid: Uso de probioticos para el tratamiento (y prevención) de las mastitis.
- Guía PRIOAM: Mastitis y absceso mamario lactacional.
- Guía terapéutica antimicrobiana del SNS (salud humana) del Plan Nacional frente a la Resistencia a los Antibióticos (PRAN).
- Guía de Práctica Clínica sobre lactancia materna del Ministerio de Sanidad, Servicios Sociales e Igualdad.
- e-lactancia. APILAM, Asociación para la Promoción científica y cultural de la Lactancia.
- LactApp: Tratamiento de la mastitis con antibióticos.
S. y s.: Añada cualquier cuestión relacionada con el tema de la jornada o con el tema de su comunicación que le gustaría destacar.
H. M.: En el caso que presentamos, una vez más podemos decir que la mujer, de haber sido adecuadamente informada, podría haber tenido un papel crítico en su propia seguridad, si no evitando el error de medicación producido, sí minimizando el daño acudiendo al hospital ante el primer fracaso del tratamiento antibiótico.
Publicado por Sano y salvo